Ángeles se han convertido en demonios, demonios pueden han surgido de lo parecido a la nada o a caso la nada mismas, demonios han surgido de manos de las personas… «manos» en su sentido más figurativo, cuando nos referimos a su poder mental, a su imaginación, o a la creación en esos universos paralelos al material.
Construye en un caso, con tanta labor, algo tan negativo… ¿pudiera ser sin saberlo, realmente? O concientemente, y el alma misma alimenta a un demonio que se hace fuerte, astuto, automatiza su obtención de recursos… los demonios actuales también viven la era de la información.
Y concientemente, con mayor astucia, apoyo de Dios, el hombre debe domarlo… como bestia que es. Alimentarlo, crearle su mundo, modularizarlo, dejarle la óptima conexión para un movimiento necesario.
Desconectar al demonio de su propio ser, aún apenas desconectado el demonio debe caer en una incertidumbre tal al encontrarse dentro de su universo-burbuja ideal, placentera, rica… y ver que es la estabilidad plena pero con límites, límites de una esfera que se perderá a distancia de un centro universal.
Se describe de una manera realmente sencilla, pero es difícil, aunque posible vencer, derrotar a un demonio.
Es la labor de los seres humanos, con fortaleza y humildad.